Brain´s storming a orillas del Cantábrico
Una vez más nos hemos reunido para cumplir con el rito de la comida
mensual.
El "ponente" ha sido en esta ocasión Aurelio, que nos convocó
para hacerla en La Cueva, de Oviñana. Lugar que hemos visitado en otras
ocasiones y nunca nos ha defraudado.
En esta ocasión el clima colaboró, y pudimos disfrutar del aire libre
para, como en los toros, poder escoger sol o sombra.
En visitas anteriores habíamos hecho un alto en Cudillero, a la ida, pero
esta vez preferimos -íbamos un poco retrasados - no hacerlo. Preferimos
"rezar" en el mismo pueblo un par de "estaciones" antes de
ponernos a la faena.
Estaba encargada una caldereta de pescado que estuvo a la altura de las
circunstancias en calidad y en cantidad.Los entrantes, lo mismo. Destacando a
mi juicio los "patés". De los cuales, el que me pareció que era de
oricios, era la primera vez que lo tomaba en La Cueva.
Nada diré de los postres, porque creo que la mayoría los conocemos y
apreciamos.
Los vinos... Todo excelente.
Pero además de ejercitar el paladar, los acontecimientos que estamos
viviendo - los asuntos de la política, recurrentes, pero ahora sazonados con el
inicio de un nuevo reinado a la vuelta de la esquina - y el Mundial de Futbol,
pusieron la sobremesa al rojo vivo. Ya
que toda tertulia española, sobre todo después de una buena comida, es capaz de
tener soluciones para los más difíciles problemas, sean del tipo que sean.
Tanto si son de aquí como si son de cualquier otra parte.
Hemos sido quince los comensales, dos de ellos, asistentes primerizos
incorporados por Aurelio. Esperamos que se animen en más ocasiones. No faltaron
tampoco momentos para recordar a los que no han podido acompañarnos. Pues ha
sido esta una reunión que puede calificarse sin pecar de optimismo, de redonda.
Quedó convocada la próxima comida Oficial para el mes de
septiembre, sin que este decidida la fecha, dado cómo viene este año el
calendario. En el que el primer fin de semana, es en Asturias especial. Al ser
también el lunes el Día deCovadonga/Fiesta Autonómica.
Como de costumbre: se admiten sugerencias.
Un abrazo a todos.
Santiago González Estrada
Asegura la gran Vanesa Ferreiro, de “O rey do pulpo”, que hay que cocinar el pulpo con ‘cariño’. Mas “cariño” es voz que proviene del latín “carere” y significa carecer. No es propio, pues, guisar con carencias. La cocina es, como bien lo refleja áticamente Sócrates Cicuta, la disciplina gastropornocibernética por excelencia, por nacer de Estómago, Sexo y Cerebro al honrar el precepto del Ducado de Gastronia que afirma: “Primum edere, deinde fornicare et denique philosophari” (Primero comer, luego fornicar y, por último, filosofar).
El sabio Trifón se expresa bien al mentar uno de los ocho rabos del pulpo, pues una vez muerto el molusco le cuelgan a éste los tentáculos a semejanza de las colas de los animales (DRAE). Trifón no se refería en particular al miembro viril del cefalópodo que, como es bien sabido, es el tercer brazo derecho del macho, suerte de órgano para la cópula con el que penetra en la cloaca de la hembra. Lo que no se recordó en el Fórum Gastronómico de Santiago es que, hace años, las mujeres pegaban con palos a los pulpos machos para ablandarles, sobre todo, el tercer brazo derecho cuya carne deleitosa se reservaba, con suma discreción, para las doncellas en su banquete de bodas. Se dice que la lucha de la especie por sobrevivir dio algunos ejemplares de pulpos zurdos, pero la mutación quedó abortada con la llegada del frío artificial.