Salud
martes, 15 de diciembre de 2009
Sidrería Maite
Salud
lunes, 16 de noviembre de 2009
Casa Luis en Ferroñes
Sin encomendarnos a mas santo que nuestra propia tradición, que obliga a juntarnos un sábado cada mes para rendirle culto a la comida tradicional hecha con cariño y degustado con respeto, nos encaminamos por cuenta de nuestro compañero Guillermo a una conocida casa de comidas del vecino concejo de Llanera, casa Luis en Ferroñes, en el margen izquierdo, hacia el interior, de la carretera que lleva por La Miranda hacia Avilés. Como el Sr. Decano de la Cofradía es experto y conocedor de los vericuetos ferroviarios de la región, incluso de detalles técnicos y curiosidades varias, una parte del grupo decidió tomar el tren desde Lugones hasta el apeadero de Ferroñes, desde donde fuimos dando un paseo hasta el restaurante, donde nos esperaba un aperitivo de recibimiento.
Salud
jueves, 15 de octubre de 2009
Restaurante El Cruce
La propuesta de nuestro cofrade Luismi de degustar un asado tradicional de cordero y cochinillo en Santullano de Mieres nos sorprendió a todos. Sorprendente y muy agradable resultó para la Peña Gastronómica el descubrimiento del Restaurante “El Cruce”. Situado a la entrada del puente sobre el río Caudal (que fue paso obligado del antiguo Camino Real de Castilla), muy cercano al Palacio del Vizconde de Heredia en Villarejo y a la vera de la casona que fuera residencia de Don Aniceto Sela y Sampil, eminente jurista y prohombre del concejo Mierense, el Restaurante “El Cruce” cuenta con 60 años de existencia, aunque ha sido completamente reformado en los últimos meses, habilitándose la parte baja del mismo con un nuevo comedor en el que destaca un gran horno de leña que ocupa por completo una de sus esquinas.
La comida se compuso de entrante con fiambres y embutidos que se continuó de una sabrosa cazuelita de callos. El cochinillo y el cordero asados que los secundaron fueron memorables. Nada que envidiar a un rostrizo abulense o a un buen cordero burgalés. Postres variados para solaz de los golosos, vino de crianza riojana de “Ramón Bilbao” y licores digestivos.
Tras la comida, y ya bien entrada la tarde, cruzamos el puente para tomar el tren de vuelta a casa.
Juan Hevia
domingo, 13 de septiembre de 2009
Comida de septiembre
miércoles, 9 de septiembre de 2009
El Bodegón de Teatinos
EL BODEGON DE TEATINOS
Casa de comidas con señas de identidad
El Bodegón, carbayón de pura cepa, gasta una cocina franca, clara y sabrosa
LUIS ANTONIO ALIAS
EL BODEGON DE TEATINOS | ||
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Tal vez alguna de ellas abrió, hace más de cincuenta años, la vinatería que dio origen a la bodega, un local con graneles que abriera ‘El Chato’, conocido boxeador, al retirarse del ring. Lugar de encuentro y tertulia que no aceptaba fácilmente la presencia de mujeres, cambió de orientación tras adquirirlo Luis, taxista de profesión y cliente fiel. No tardó Rosario, la esposa, en aportar a la cocina hostelera las grandes habilidades ejercidas en la casera, y pronto una nutrida –y bien nutrida– clientela familiar y profesional acudió al reclamo gustoso de unos platos que, derribado el edificio y trasladado y rehecho el bodegón bajo las nuevas orientaciones profesionales y estéticas de Miguel, el hijo, son ya santo y seña de identidad: hígado, ‘uñes de ‘gochu’, lengua guisada, picadillo de caza y aldea, huevinos de corral, potes lentos y sustanciosos, verduras de la huerta...
Y unos callos famosos por virtud propia, que el comensal alegra a voluntad con un aceite picante digno de comercialización y etiqueta. Y hablando de callos, Teatinos ofrece desde hoy jueves y hasta el próximo sábado un menú de desarme de acreditado gusto y renombre.
La ‘b’ de bodegón, en este caso, viene acompañada de las otras tres que debe reunir todo servicio adquirido: bueno, bonito y barato.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
Verdinas
sábado, 8 de agosto de 2009
sábado, 6 de junio de 2009
Casa Colo
Somos responsables, y como nos reconocemos débiles ante los atractivos de ciertos productos de la uva, de la manzana y de algún que otro licor, sucumbimos, pero somos respetuosos con las normas de conducción.
Los once asistentes, por unanimidad, y a sugerencia de Pedro Mónico, acordamos hacer una parada en Nava para ir entonando. Elegimos la sidrería La Barraca. Lugar conocido por tener buen género y también buenos echadores. Trascurridos unos cuarenta minutos muy placenteros, reanudamos la marcha.
Al llegar a Ceceda hubo un momento de duda acerca de si comeriamos en un entoldado exterior - para poder escanciar sidra - o lo hariamos en la hermosa terraza que domina el valle.
El asunto quedó resuelto por una providencial tronada que nos ayudó a tomar la decisión. Sabía, porque hubo mas truenos y el agua no se hizo esperar.
Pero dejemos el clima un lado y entremos en materia.
Croquetas, Chosco de Tineo, Repollo relleno y Setas rellenas fueron los entrantes que nos prepararon para el Escalope al Queso - el plato mas conocido de Casa Colo.
A los postres hubo de todo: desde comensales que eligieron quesos a los que degustaron un riquísimo helado de turrón con chocolate caliente.
Por supuesto, hubo cafés y licores y el acompañamiento de la comida unos lo hicimos con Sidra Zapatero - con lo que dimos muestra de nuestro buen "talante" - y tinto Prado Rey. Un Rivera de Duero bien apreciado.
Todo en un ambiente sosegado, disfrutando tanto de las viandas y de la conversación como de las hemosas vistas. Y hasta de un paseo por el pueblo para activar la digestión.
Con esta comida se ha cerrado la primera parte de la temporada 2009. La reanudaremos como es costumbre en septiembre. Y será Mino el organizador de la que iniciará el periodo otoño invierno. La propuesta que el cofrade nos hace, nos llevará a tierras de León.
Hasta ese momento compañeros, disfrutemos del verano; aprovechémoslo para conocer nuevos lugares donde podamos en el futuro dirigir nuestras peregrinaciones.
A vuestra disposición:
Santiago González Estrada
miércoles, 20 de mayo de 2009
Menudo menú
Del repertorio de todo grupo coral masculino, otxotes y corales en general, que se precie no puede faltar una pieza creada a la sombra de un tradicional restaurante bilbaino, el Café Iruña de la capital vizcaina, situado en frente de los jardines de Albia, donde tocaba sobre los años veinte del siglo pasado el pianista y organista de Sestao Miguel Arregui, que con la carta del restaurante y las aportaciones de Jesús Unzúe, adaptó la música del compositor austriaco Carlos Federico Zöllner para componer Menúdo menú o El Menú, estrenada en el quiosko del Arenal en 1927. La versión que de ella hizo el grupo guipuzcoano los Xey la hizo famosa y a sus protagonistas.
Camarero, señor, camarero, señor.
¿Qué hay para hoy? Señor, un buen menú.
Solomillo asado con patatas fritas,
sesos huecos, hígado, liebre, chateaubriand.
Sopa de albondiguillas, caldo de tortuga, sopa húngara,
consomé de almejas, gran cocido parisién, huevos al gratén.
Tenemos pollo asao, asao, asao, asao, con ensalada,
buen menú, buen menú, buen menú, señor.
Y frescos calamares, gallo, pescadilla frita, salmonetes, barbos,
bacalao a la vizcaína, atún, besugo,almejas, truchas, sábalo, langosta
a la americana, y faisán relleno, pavo asao, asao...
Pavo asao, asao, asao, asao con ensalada,
buen menú, buen menú, buen menú, señor.
Frito de espinacas, berenjenas fritas, habichuelas, frijoles y tortilla al ron.
Crema, tocino de cielo, mazapán, natilla, hojaldre, franchispán,
flan de avellanas, frutas, queso roquefort y también gruyere.
Y después, buen helao, y café, buen provecho le haga a usted.
Buen provecho le haga a usted.
domingo, 10 de mayo de 2009
La puerta de Arrobio
A. Alvarez
Salud
domingo, 5 de abril de 2009
Restaurante la Manduca
Que aproveche
A. Alvarez
viernes, 20 de marzo de 2009
Jornadas Gastronómicas de la caza
Foto: A. Alvarez
Es costumbre y pretensión de esta Peña el explorar, con sus citas mensuales, el diverso y original patrimonio gastronómico de nuestra tierra. Ello no impide que, año tras año, en los albores de la primavera, sigamos quedando fascinados por un mismo menú y un mismo restaurante. Por mor de los fogones del Restaurante “De Torres” de Felechosa, en sus Jornadas Gastronómicas de la Caza, el jabalí y el venado adquieren texturas, gustos y fragancias que refrendan el que en pocas cosas el hombre civilizado haya vertido tanta agudeza como en el arte culinario. Escalopines de venado, picadillo de carnes de caza, pimientos rellenos de jabalí y venado, guiso de jabalí y venado con patatinos, casadiella, panchón, vino a4 de bodegas Anta de Ribera de Duero, cafés, licores, día de sol espléndido y no menos espléndida compañía. ¿Qué más se puede pedir?.
Juan Hevia
Foto: A. Alvarez
miércoles, 4 de marzo de 2009
Casa Amparo
lunes, 16 de febrero de 2009
Ahora sí, como en Lugones
Paseo de la habana, 107 | 91 343 05 38 | Cerrado noches y domingos | Precio: De 50 a 60 euros
FERNANDO POINT 15/02/2009
En el remoto 1978, este cronista (que, aunque les extrañe la explicación, habitualmente es tricéfalo pero entonces era sólo bicéfalo) fue uno de los cinco encargados de elaborar la primera edición de la Guía Campsa, con la pequeña misión de cubrir Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria.
Casi nada... Pero la juventud se atreve con todo. El mes de septiembre nos sirvió para visitar 60 restaurantes en Galicia y Asturias, algunos de los cuales tendrían por primera vez reflejo a escala nacional en aquella guía del 79.
Cuatro años más tarde, el emprendedor Carlos Tejedor iniciaba su emporio madrileño asociándose a Monchi, el dueño del clásico establecimiento de Lugones, y abriendo la sucursal de Sor Ángela de la Cruz.
Pero, desde el principio, se amplió mucho la oferta: no creían que el público de Madrid estuviese por la labor de comer tan sólo fabada y arroz con leche (también ofrecen espárragos a los melindrosos o vegetarianos).
Pues bien, al cabo de un cuarto de siglo descubrimos, al cruzar Alberto Alcocer, esa enseña de La Máquina de Lugones que, claro, da un vuelco a nuestro corazón. Sí, la genuina ha vuelto, y esta vez sin concesiones: abierta a mediodía tan sólo, y olvídense de pescados y asados. El minimalismo absoluto de Lugones.
Es una fabada diferente de otras notables, de una hondura casi mineral que la coloca entre las mejores.
La opción final es breve: o quesos asturianos, o arroz con leche... o ambos. La pequeña selección de quesos, desde los suaves como el taramundi hasta los azules potentes de Cabrales y La Peral, es muy apreciable y debidamente auténtica y autóctona.
Cocina: sobresaliente
Servicio: notable
Bodega: aprobado
Decoración/ambiente: aprobado
lunes, 9 de febrero de 2009
Lo mejor que le puede ocurrir a un trozo de carne
Eric González
(...) quien no ha viajado por las zonas más pobres del viejo sur estadounidense, en una imaginaria línea recta que uniría las Carolinas con Tejas sin acercarse jamás al mar, no sabe lo que es la barbacoa. En Europa, e incluso en las grandes ciudades de Estados Unidos, se cree que hacer una barbacoa es echar comida sobre una parrilla cercana al fuego. Gran error. Apartemos el fuego, apartemos la parrilla, y estaremos ya un poco más cerca de la verdad.
La barbacoa suprema se sirve en el Barbecue Belt de Tejas; sin cubiertos, sin salsas, servida por tipos sudorosos.
Empecemos por la palabra. Barbacoa, en el lenguaje de los indios taínos (pobladores de varias islas caribeñas cuando Cristóbal Colón hizo su viaje), significa "fuego sagrado". Los taínos también llamaban barbacoa a un sistema de cocción bastante lento que consistía en enterrar un animal entero, generalmente una cabra, bajo una hoguera. Los conquistadores españoles pillaron la idea y la llevaron consigo en sus posteriores incursiones por las Carolinas, donde la asimilaron las tribus algonquinas locales. Más de un siglo después, los corsarios ingleses que merodeaban por el Caribe aprendieron también la palabra barbacoa, que tradujeron como barbecue, pero no el concepto: pensaron que era un sinónimo de grill, asar a la parrilla, y dieron inicio a una confusión que dura hasta nuestros días.
Cuando empezaron a llegar a las Carolinas los inmigrantes alemanes, copiaron el sistema de cocción caribeño que los algonquines habían aprendido de los españoles. Y le aportaron la minuciosidad germánica. Ellos establecieron el primer canon: barbacoa significa cocción por humo a baja temperatura, muy lejos del fuego. En bastantes países suramericanos, principalmente Argentina, se sigue también la filosofía del fuego distante y la paciencia. El proceso dura al menos 12 horas, a veces hasta 24, y deja en la carne un característico anillo rosado. La tradición alemana de las Carolinas, norte y sur, heredada de los indios, exige que la barbacoa se haga con cerdo. Posteriormente, en el siglo XIX, los granjeros más pobres cazaban cerdos salvajes y celebraban el éxito de las batidas realizando barbacoas al aire libre en las que participaba la comunidad entera. De ahí deriva otra acepción del término barbacoa: una fiesta en el jardín con carne asada como plato principal.
Evidentemente, la cosa no quedó ahí. La conquista del oeste llevó la barbacoa hasta Tennessee, donde se aplicó una pequeña variante: frente a las diferentes salsas líquidas usadas en las Carolinas, en Memphis se prefiere el aliño en seco.
Un inciso: para probar auténtica barbacoa hay que introducirse en antros infames, porque el método del humo es insalubre. En Nueva York, por ejemplo, existe sólo un establecimiento que sirva algo parecido a la barbacoa, el Blue Smoke BBQ, cuyos dueños tuvieron que invertir cuatro millones de dólares en un sistema pozo-horno que cumpliera la normativa sanitaria. En Memphis, lo mejor es acercarse a los barrios más pobres y buscar un grupo de hombres malencarados en torno a un bidón metálico: existe una alta probabilidad de que preparen barbacoa.
¿Cuál es la mejor barbacoa del mundo? En mi modesta opinión, la que se prepara en el Barbecue Belt de Tejas. Esa zona comprende las localidades de Smithville, Elgin, Lockhart, Luling y Taylor, casi del todo desconocidas por el turismo local o extranjero. Es lógico, porque son villorrios sin interés. Salvo por la barbacoa, que allí se hace con brisket (pecho de vacuno) y salchichas de vísceras, y se sirve en locales sucios e incómodos. Se come sobre un papel, sin cubiertos, sin salsa y sin acompañamiento, servida directamente en el pit (pozo) por tipos sudorosos envueltos en humo. Eso es la barbacoa suprema. Quien la ha probado, no la olvida. Y desiste de llamar barbacoa a unas cuantas costillas de cordero asadas en 10 minutos.
sábado, 7 de febrero de 2009
Asador La Miranda
Buen provecho
A. Alvarez
Dirección: Alto la Miranda. Carretera Oviedo-Avilés, kilómetro 14. Llanera.
Teléfono: 985770017
viernes, 16 de enero de 2009
C'al Xabú
Comida de enero de 2009
Nuestro cofrade Fico Enterría ejerció de anfitrión de la comida que la Peña Gastronómica celebró este mes de enero de 2009. Nos dirigimos a la aldea de Cuérigo, a la entrada del valle de Casomera en el alto Aller, a la vera del río que da nombre al concejo. Salida de la Fresneda en una fría y soleada mañana, con parada en Casa Pachu en Moreda de Aller, para ir haciendo boca, y continuar el camino flanqueados por las nevadas cumbres de los cordales de Peña Mea y de Murias hasta llegar a Collanzo donde la carretera se desvía hasta nuestro destino. En Cuérigo topamos con el Hotel-Restaurante C´al Xabú, una sólida casona de piedra totalmente remozada que combina sin estridencias una moderna infraestructura, con un sin número de detalles y aperos tradicionales de la zona. Destaca su cocina-museo asturiana en la que no faltan un llar tradicional, una cocina de carbón y todo tipo de antiguos utensilios coquinarios. En un acogedor rincón de esta cocina nos acomodamos y comenzamos el condumio. De entrada un revuelto de morcilla sobre tortu de maíz. Primer plato opcional entre pote asturiano con compongo de casa o arroz con pitu (los más bravos atacaron a ambos). De segundo la opción se ampliaba a picadillo y adobo caseros, rabu guisado o truchas de río. Y de postre no podía faltar el panchón, que Margot, alma mater de C´al Xabú, elabora a la manera tradicional con la pancha de harina de escanda cocida entre las brasas del llar y posteriormente desmigada y amasada con mateca y azucar. Margot, nos deleitó con una espléndida glosa de este curioso postre cuyos orígenes se remontan a la etapa prerrománica astur y que invita al consumo colectivo y al hermanamiento, bien es sabido que “donde hay panchón, todos riñen y todos tienen razón”. Vino de rioja Herventia y licores para facilitar el trabajo estomacal y solazar el espíritu. Retorno con nueva parada en Casa Pachu, quedando emplazados para una nueva cita el próximo mes.
J. Hevia
Asegura la gran Vanesa Ferreiro, de “O rey do pulpo”, que hay que cocinar el pulpo con ‘cariño’. Mas “cariño” es voz que proviene del latín “carere” y significa carecer. No es propio, pues, guisar con carencias. La cocina es, como bien lo refleja áticamente Sócrates Cicuta, la disciplina gastropornocibernética por excelencia, por nacer de Estómago, Sexo y Cerebro al honrar el precepto del Ducado de Gastronia que afirma: “Primum edere, deinde fornicare et denique philosophari” (Primero comer, luego fornicar y, por último, filosofar).
El sabio Trifón se expresa bien al mentar uno de los ocho rabos del pulpo, pues una vez muerto el molusco le cuelgan a éste los tentáculos a semejanza de las colas de los animales (DRAE). Trifón no se refería en particular al miembro viril del cefalópodo que, como es bien sabido, es el tercer brazo derecho del macho, suerte de órgano para la cópula con el que penetra en la cloaca de la hembra. Lo que no se recordó en el Fórum Gastronómico de Santiago es que, hace años, las mujeres pegaban con palos a los pulpos machos para ablandarles, sobre todo, el tercer brazo derecho cuya carne deleitosa se reservaba, con suma discreción, para las doncellas en su banquete de bodas. Se dice que la lucha de la especie por sobrevivir dio algunos ejemplares de pulpos zurdos, pero la mutación quedó abortada con la llegada del frío artificial.