“Con ligeras diferencias, más formales que gastronómicas (al fin y al cabo, el sabor del pimentón, el ajo y el ahumado, dominan de tal manera, que si cerramos los ojos no sabremos si estamos comiendo Androlla de Navia de Suarna, Botillo de El Bierzo, Butelo de A Fonsagrada o Chosco de Tineo), en esta curiosa zona interprovincial (Asturias, Lugo y León), se prepara y cocina este embutido semi fresco, de formas muy parecidas: hervido con patatas y berza. Para los más puristas, diremos que el chosco es sin duda el más exquisito de los tres ya que se prepara con la mejor carne del cerdo, lomo y lenguas, sin huesos, mientras que la Androlla y el Butelo llevan costilla y el Botillo, además de un mínimo de un 65% de costilla, también debe llevar entre un 10% y 20% de rabo (
Botillo del Bierzo y Chosco de Tineo tienen ya CRIGP ).”
Fuente: enciclopedia de gastronomía.es
El chosco es sin duda el producto más peculiar de Tineo, siendo desde tiempos inmemoriales rey de la gastronomía tinetense y plato principal de las fiestas y celebraciones especialmente en época invernal.
Se trata de un embutido crudo-curado, sin duda polivalente. Tiene forma redondeada e irregular y se presenta en piezas de alrededor de un kilogramo.
Los ingredientes varían según la zona e incluso la casa. Van desde el empleo exclusivo del cogote del cerdo al empleo de lengua, pasando por mezclas de éstos con piezas de cabecero de lomo o incluso de papada.
Además, se podrán emplear estas piezas tanto enteras como troceadas y mezcladas, una vez seleccionada la carne, se mezcla y adoba (según las piezas sean enteras o troceadas) con pimentón dulce y picante, sal, perejil y ajo durante 4 ó 5 días. Se embute en ciego de cerdo y se ata rodeándolo con una cuerda. Posteriormente se le somete a un proceso de ahumado de unos 15 días, más intenso al principio con el objeto de que pierda pronto la humedad. Para el ahumado suele usarse madera de roble, abundante en los bosques de la región.
Su forma de consumo depende del grado de curación del producto. Si está bien curado se consume en lonchas sin ninguna preparación adicional, mientras que si no lo está tanto, se suele consumir hervido en agua durante una hora aproximadamente (antes se debe pinchar la tripa para que no estalle). Así, podemos comer el chosco en frío, pasados incluso unos días después de haberlo cocinado.
Por su alto valor energético y fácil preparación, nunca falta en las abundantes y generosas meriendas, con motivo de las faenas más duras que se hacen en el campo tinetense, ni en las fiestas o romerías embuchado, lo que forma el denominado por muchos tinetenses y asturianos "marisco de cuadra".
PARA MÁS INFORMACIÓN
INDICACIÓN GEOGRÁFICA PROTEGIDA "CHOSCO DE TINEO"
Teléfono: 985.80.01.74 / Fax: 985.80.06.74
Asegura la gran Vanesa Ferreiro, de “O rey do pulpo”, que hay que cocinar el pulpo con ‘cariño’. Mas “cariño” es voz que proviene del latín “carere” y significa carecer. No es propio, pues, guisar con carencias. La cocina es, como bien lo refleja áticamente Sócrates Cicuta, la disciplina gastropornocibernética por excelencia, por nacer de Estómago, Sexo y Cerebro al honrar el precepto del Ducado de Gastronia que afirma: “Primum edere, deinde fornicare et denique philosophari” (Primero comer, luego fornicar y, por último, filosofar).
El sabio Trifón se expresa bien al mentar uno de los ocho rabos del pulpo, pues una vez muerto el molusco le cuelgan a éste los tentáculos a semejanza de las colas de los animales (DRAE). Trifón no se refería en particular al miembro viril del cefalópodo que, como es bien sabido, es el tercer brazo derecho del macho, suerte de órgano para la cópula con el que penetra en la cloaca de la hembra. Lo que no se recordó en el Fórum Gastronómico de Santiago es que, hace años, las mujeres pegaban con palos a los pulpos machos para ablandarles, sobre todo, el tercer brazo derecho cuya carne deleitosa se reservaba, con suma discreción, para las doncellas en su banquete de bodas. Se dice que la lucha de la especie por sobrevivir dio algunos ejemplares de pulpos zurdos, pero la mutación quedó abortada con la llegada del frío artificial.